jueves, 2 de febrero de 2012


Si tú me dices ven, lo dejo todo... y le siguió
Los que tenemos cierta edad lo podemos contar. Los que tenemos cierta edad vemos las cosas con otra  filosofía, lo menos oficialista y de cara a la galería.
Recuerdo aquel campamento en Aguadulce 72, donde me resistía a cantar el “ Cara al Sol” aunque lo hiciese y cuando me controlaban por díscolo y rojete, lo tarareaba en silencio o quejíos  guturales de despiste, resultón, evasivo y hasta molón. Recuerdo esas tardes de grupo, tragando los últimos coletazos de la FEN ( Formación del  Espíritu y tal y cual del momento, largo, excesivamente largo), recuerdos, recuerdos superados.
Son de momento 37 cursos escolares en los que uno, al margen de programaciones, objetivos, curriculums, ha intentado, intenta   ser uno mismo, no desprenderse ni tamizar nada de lo que me pertenece y me proyecta en este ancho y estrecho mundo a la vez, según quien lo mire, juzgue o intente dirigir. Claro que los que tenemos el privilegio vocacional de  ser docentes, transmitimos y expresamos valores, valores universales. Claro que aceptamos sugerencias, pautas, pero... al final somos nosotros los que incidimos muchas horas, una parte sustancial de la vida de un escolar con nuestro “sello”, y eso no lo va a impedir nada ni nadie, por muchos cambios de rumbo que los ministrables y Ministerios acuerden implantar, con esos aires de bonanza o destemplanza. Es nuestro pequeño o gran poder, no sometido  a controles ni a estadísticas, es nuestra semilla que no es poco.
Y tengo que recordar a Machado, a Don Antonio  en su Juan de Mairena  que me marca, cuando  nos habla de donde acaba o empieza la verdad del hombre, teniendo por límites sus propias tonterías, tantas que nos son inagotables. No me extraña pues nuestro Ministro Ignacio Wert la haya expresado recientemente, no dándoles este que os hace leer, rango de tonterías, pues nacen de su convicción ultraconservadora, queriendo y no lo dice por  cobardía o falso pudor, que le siguiéramos. Pero una cosa es querer y otra poder, dilema, solución o problema, según para quien.
Me ha provocado estupor, rabia, escuchar  tanta irreflexión, ignorancia y manipulación. Ha seguido expresando y exprimiendo los pensamientos de la “Caverna” que le cautivaba y desde la que se elevó a la llamada rajoidiana del “ si tú me dices ven ,lo dejo todo ”. Sigue de esta manera con su “oficio de vivir”, queriendo seguir dando pasos hacia el conocimiento que desconozco por mal conocido. Ha firmado el réquiem de “ Educación para la Ciudadanía ”, para que no sigamos adoctrinando los progresistas y de izquierda, confundiendo por estrategia churras con merinas, denostando lo que no lo ha sido, aunque en Valencia se explicase por tiempo en inglés, burda gilipollez, de esperpento  e idiotez. Ha querido confundir un manual de Akal con un libro de texto que no es, sacando de contexto, manipulando, sacando las cartas de un ideario que huele a naftalina y que quiere  democratizar, llenándosele la boca de Constitución y valores. Recortes a la Pública, calidad al furgón de cola, y en contraste la privada potentona y los privilegios de la Curia, bien aderezados, pues hay que seguir cultivando en sus “valores”, a quienes les aseguren estatus, conciencia y patrones de juego sumisos con ese innoble proceder.
Vamos a seguir educando a nuestros niños para que no los tengamos que castigar de hombres, aunque algunos se merecerían algún que otro tirón de orejas, y contradigo a mi erudito de Samos. Vamos a seguir actuando con nuestros alumnos en su presente, para que gocen de él, para que a través de la formación se sientan útiles y alcancen la felicidad, que no es poco. Vamos en nuestra Melilla a seguir combatiendo el fracaso y el abandono, en condiciones difíciles ante tanta exclusión y penuria vivida. Y no me venga Ministro con la cantinela de que  la inmigración marroquí es la culpable de nuestra realidad educativa “ singular ”, pues mis, nuestros bereberes de origen tienen los mismos derechos y deberes que sus “ Wert y consanguíneos ”.
Mida sus palabras y no se violente cuando le califiquen de islamófobo, racista  o antibereber, pues  fue educado para razonar, para razonar y pensar, no habiéndolo ejercido, o me temo, convencido de planteamientos que no son a imponer, pues todavía somos muchos los que “ funcionamos en libertad y con conciencia y no al dictado “. Sienta y hágase responsable  de su problemática y no mire hacia atrás buscando culpables, pues son resultados también los asumo como propios, en este reto colectivo que nos ha de  seguir ilusionando: “ Educar para vivir, educar para realizar y aproximar nuestros anhelos y sueños ”.
 La mentira nunca ha de ser un recurso fácil, ni en Política. Y si admiro a Cesare Pavese, ¿ estaré marcado en esta pluralidad y riqueza de gentes?... a seguir caminando y como no, mi salud para todos, incluido mi Ministro, a pesar de mis diferencias que no sumisión o pleitesía, como otros, como tantos.
Pedro Gallardo, Ciudadano

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