Personalidades en este Sábado, pesonas en tránsito, ¡ buena gente!

Hoy mas temprano que de costumbre, he visto la maravilla del tránsito tenue y debilitada oscuridad a un amanecer nuboso donde la luz acababa de regresar de la cola del INEM celestial.
Mi miraba al espejo del ascensor y me decía ¡ guapo!, contestándome el menda reflejado el ¡ anda ya!, todo celosillo. Salía del portal de la extremeña y realeña Badajoz, topándome con “ Batuki ”, mi fiel amigo y abandonado “ chien ”, que todavía campea buscándose la vida y echando, me consta de menos a su caprichoso dueño que provoca su existencia, su lucha sin sindicato animal que le ampare.
En la barra del bareto de costumbre mañanera, los colegas disertando sobre la vida, el paro, la crisis, Zapatero , Rajoy y sus devaneos, el curro mosqueado sin currantes o advenedizos e ilusionados temporales, sometidos al vaivén y la incógnita del que pasará mañana. Algunos hablan de Messi y por respuesta, aparece Ronaldo, el Mou, las cochinadas rosas de la tele, el Pleno del otro día... ¡ cuánto sabe la plebe, cuánto dominio en lo sustancial, mensaje primario y que queda, y menos filosofía!
He recordado nada taciturno con lapicillo en siniestra izquierda las personalidades recientes de mis encuentros y no me quejo pues son una buena muestra de entre los seis mil millones que comparten a esta Gea que soporta mis vivencias.
He saludado a Carlos no se a ciencia cierta si de apelllido “ Murciano ”. Le he recordado aventuras y destemplanzas de nuestra infancia en Parque Hernández allá por los sesenta cuando había palomar y patos. Hemos recordado los tiros a pedradas a las altas palmeras datileras, a pesar de la advertencia de frutos carcomidos por roedores, y como aquí nos iniciamos en la cirugía de salvar lo no comido para nuestra complacencia, cómo me invitaba a bocata de queso en su piso del Banco de España ante unos ojillos de sorpresa al visitar ese lugar, serio, alto, frío y donde tanta pasta deseada dormitaba en sus sótanos de ancho muro.
He recordado el saludo a mi hombretón exalumno de la saga de los Soria de quien no recuerdo el nombre, cómo la vida le ha sonreído gozando de estabilidad y siendo todo un profesional en lo que le ocupa para mi gozo y egoísmo en lo aportado.
He recordado a mi Ginés García Asensio y el compromiso reiterado y alargado sine die, de tomar cafecito con nuestro Nono, con Don Antonio Miranda Montilla, y eso espero ante largo desespero. ¡ Ay que grande es el mundo a la luz de las lámparas y altura de los alminares y qué pequeño es a los ojos del recuerdo, recordando a Baudelaire!
He preguntado por Said, mi lotero próximo al bienio, accidentado en un hospital de la hermana Nador, deseando se le transmitan mi deseos de pronta convalecencia. Y es que la sonrisa del transmisor, significa mucho para mi, enriquece a quien la recibe sin empobrecer a quien la ofrece, aunque solo sean unos segundos, pues su recuerdo aspira a no desvanecerse, y que conste que esto me lo digo, me lo recuerdo, aplico y lo escribo , recordando a un anónimo, tesoros de nuestro acervo popular, hoy protagonista de ocasión al que agradezco.
He recordado mi conversa con Marqués, con José ayer mañana en el Playing del Real y el inicio de una amistad provechosa, hecho que agradezco de antemano, pues me merece confianza y me dejo llevar por esa primera impresión, que en mi caso nunca me ha engañado.
Y es que el poeta Marcial tenía la razón, al menos en mi causa, pues poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces o creerlo y a mi me ha llegado hace tiempo, por suerte el día a partir del cual valoramos nuestros recuerdos que son nuestra riqueza, aprendiendo de Geraldy.
Hoy he tratado a personas como personalidades de mi entorno, las considero importantes y espero otros encuentros, no se si a narrar. Al menos el disfrute interior está más que garantizado. Mientras tanto sigo preocupado por mi inclinación quevediana a veces, y mi traición en ensayos de mala prosa culterana, siendo consciente de que mientras sea el camino, las posibilidades de libertad satisfecha ganan enteros o al menos provocan dudas, según se sigan o no los cánones o al Patrón establecido. Y este es el precio de no tener Señor, patria universal ,no rey... en final y despedida.
Repito, ¡ buena gente! Y mi salud para todos, pues ...
Pedro Gallardo
Ciudadano