LA FELICIDAD QUE NOS VA A DEVOLVER DON MARIANO

La felicidad que nos va a devolver  Don Mariano

Mariano nos va a traer la felicidad , nos la va devolver, como si todas las metas y necesidades estuviesen al mismo alcance. Paz, equilibrio interior, satisfacción, alegría, orgasmos a porrillo de tú con yo, y ella con él. Mi sistema límbico predispuesto en la llamada al acogimiento de su noble causa.

 Autorrealizarnos sin poder pagar el auto que más da, convencerme de mi eudomonismo, ser un cínico autosuficiente y estoico pluriempleado, no padecer mis inclinaciones hedonistas, reclamar con mesura mi olvidado epicureísmo.

Para mí, ser feliz es una decisión para la que necesito dejar de sentirme coartado, limitado, y Mariano me motiva a intentarlo, nos anima y pluralizo pues en cierta manera somos cromos en lo básico, nacemos y morimos en caminos lisonjeros o de obstáculos, así es la vida, pero... esto puede cambiar y el ¡ojo al dato!

No me siento niestcheniano ni checheno ni romano, no me siento condenado al sufrimiento no, pero hay muchos, demasiados que se nos escapan, que se nos están yendo, ente lágrimas y arrebatos de soledad. No necesito por hoy buscar la unión, el acercamiento en este ateo que hace guiños a la concordia en búsqueda de su armonía y deseo universal y sin fronteras. Igual he de plantearme pasar el trance de Sidharta Gautama, de relajante figura y así iniciar la erradicación de tanto anhelo  ansioso y de equivocada aceleración hacia el encuentro de mi “yo”, desyoizado.

En tanto y mientras, la ofuscación pasajera, intermitente y dolorosa, el pesimismo como losa de variable peso emocional, las alzas y bajas en bursátil mercado de lo emotivo, el mantenimiento de mi hipotálamo y tratamiento neocortexador de racionalina, mis escuchas en mi adentro y un sentido común que se sale buscando a su compatible propiedad individual en lo “ sui géneris y vital ”.

No , no voy a crear arritmias en  mis centros decisorios, en mi metabolismo maltrecho y en los centros neurológicos y endocrinos que me metamorfosean con el paso de la inapelable edad que madura tus cosechas y desmanes. No voy a caer con esa felicidad anunciada, con esa buena nueva rajoidiana en pasados pánicos y frutas de la ira, en descontrol de tics ajenos al reloj temporizador de la vida más bien reflejos involuntarios, neutralizaré mis fobias, sarcasmos e ironías dejando de ser tan típicamente anacrónico en estos tiempos... y que no se  me escaquee “ naide ” pues lo que suscribo y expreso forma parte de las grandezas y desvaríos de muchos seres humanos que de tal se precien.

A todo esto he de deciros que para emocionarme y motivarme, me coloco de fondo musical   la “ felicidad de la Cabra mecánica ”, próxima ella a enamorarse del borrego por llegar. Se acentúan así, los deseos  nada premonitorios de seres más afortunados,  más cara de castañuelas, más proclives al fasto que no al pasto vaqueril y de migajas de carroña en gaviotas que sobrevuelan nuestros lares, nos atreveremos más juntos a cantar el anticipado “Próspero  y el año que se espere, que Mariano decidirá, si extra o barriga a destemplar”.

Y va a dar cara y cuerpo el gallego que no rey,  a que se cumplan los deseos piramidales de Maslow, disfrutando de demás ayudas pero autorrealizarnos ya sin  problemas de pago, mejorando nuestro reconocimiento externo e interior, nuestras filias amistosas, más seguros, mejorando el yogo-yogo de sábado o alternos pares e impares de semanas en tránsito, afianzando nuestra pechonalidad adormecida y de tanto encogimiento.

 Me he prometido en consecuencia del MENSAJE, descansar de mis luchas con todo nicho viviente que dejará de  enervarme y comienzo por condonar a aquellos que predicando de austeridad en lo local, se han puesto moraos  y de buen ciezete en Casa juanito, por protocolo necesario y hermanamiento con mi querida Ceuta ,y es que así se Vivas y se vive bien. Voy y lo prometo ser más proclive a lo paradigmático y no enigmático, más positivista sin llegar a eludir mis lecturas y alusiones a mi admirado Saramago, a Galeano y Mendicutti, a Neruda y  a tantos que me conformaron y alentaron a resistir. Voy a dejar de comprar velas pues la luz siempre la tendré a mi encuentro, a pesar de Endesa.

Y me permito hasta ilusionado por esa felicidad por llegar, a darles consejillos a algún político servilpropio,  con el “ ten cuidado con el emperador que está orgulloso de sus trajes, - y por favor que no tiene nada que ver con el excelso de Camps-, porque el vendedor te ha dicho que debes estarlo”, simplemente porque te pueden vender desenmascarando tu falta de verdad.

Voy a seguir cultivando más mi ego y dejar de ser tan lego y moscardón, voy a dejar de hipotesiar casi hasta el acipotamiento convulsivo, voy a olvidarme a ratos de mi Marías, de Don Julián no confundamos, seré más benevolente, pragmático y distanciador de utopías a empolvar,  más reflexivo y controlador en arte acusatoria de esfínteres ajenos.. pues Don Mariano me he contagiado un deseo de “sumarme de contagioso casi eufórico” en horizonte por acercar, siendo como unas gotas de escarcha mañanera que han aliviado en parte mi bolsillo, pues hoy no he necesitado ningún chispazo costumbrista  agradeciéndolo mi bolsillo y cantando el casi “ salimos de la crisis”

¡!!Wish you every happiness!!!, ostis que casi falo en anglés, despidiéndome también de mi calcídico estagirita, Aristos para los amiguetes, quien me ha inspirado y me ha hecho circunstancialmente feliz, aparte de Don Mariano. Y a todos  los que tengan la suerte de padecerme, mi salud y las buenas compañías, incluidos los santos.

 Pedro Gallardo, Ciudadano FELIZ ¡ yupiiiiii!