lunes, 19 de marzo de 2012


Un día de tantos que resulto ser , el del bicentenario
Sí, sí el del bicentenario de la Pepa, ora en Ceuta de última de marras o en mi Cai de la isla...”

 Siete de la mañana, sol naciente, luces reflectantes en cristales  agradecidos, goticas resbalosas viendo cercana la Primavera, resistentes a evadirse de su protagonismo, ellas, espléndidas, sugerentes del día que nacía, de las solicitudes de caminar y hacer pequeña historia, próxima, vital, edificante, maravilloso día.

Grandes mecenas, entrañables amigos me convocan a la proeza de hacer una ruta turística de corto alcance territorial, Atalayón, pasado BeniEnzar, Nador, Segangan con –n o con ane y extraña Z inicial ,Gurugú a las espaldas, nada traicioneros, altivos, emergentes, con mi búsqueda del Faxuda volcánico o de similares encuentros por pisar, en otra, prometido y a cumplir, por mis ancestros, nunca muertos en mí, en mi memoria.

Mientras mi Cai se me afrancesa y se me ilustra, con mi denosta absolutista, mientras los reyes cumplen su requisito, su pendiente plebiscito de no confirmación, uno  en trasera de mercedaco afronta el paso de frontera y el buen día y pa lante, primera parada en la lonja de BeniEnzar. Es Lunes pero las riquezas del mar afloran, se subastan al mejor postor que somos en potencia todos, pero al final, modositos, un ranchillo y no está mal, con su variada promesa de contentar a nuestro gusto propio y a las mujeres, compañeras puede que dormidas  y a la espera,  impacientes en el cuando volverán.

 Atalayón majestuoso , símil de tómbolo peñiscolero y africano, salinas en mi recuerdo y el donde andarán, abandonadas a la velocidad controlada de controles que esperan el posible rasca rasca o el sigue adelante paisa que más adelante caerás, y nuestra risa, nuestra  complicidad del ocurrir cuando menos te lo esperes. Nador en la entrada, pasada de largo y periférico, Segangan a la vista, centro de la cité, aparcamiento, churrillos que se nos resisten, puerta de taller de motos invadida por cerrada, luego disculpas o no, en función de hora, disculpas al que dirán.

 Una paseada por zoco, verduras ,alcachofas insultantes por preciosas, chícharos amontañados,  habas irresistibles, frutas del más variar, pollitos que cacarean, conejos  sin protestar... un mundo cercano, recordado que emerge y nos invade, que nos aproxima a vivir lo olvidado o aparcado, por cien mil  prioridades que a la cola pasan en este momento de luces y amplia dicha, mi gente, mis congéneres, la vida, el camino, el té y la satisfacción que incumple el tratamiento de barrigas amplias y orondas, qué placer por mis idos, qué encuentro inesperado, solicito de nuevos encuentros y estañeadas sensaciones que den cuerpo.

Visita al cuartel de Regulares de Segangan, recuerdos a Marqués, a Don Pepe, mi, nos , nuestro, mecenas motivador sin tiempo de visitar Beni Sidel que lo será en otra. Recuerdos del 72, olores a caballerizas, a acémilas, visión del mundo recogido de nuestros  regulares, de sus vidas y  razones, de lo que se fue y queda por recordado y añorado, tantos que fueron y serán en mi memoria de este  mundo. Vuelta al rigor del te y la masa magistral de esos palillos que se mueven al son del círculo concéntrico y que satisface a dioses y mortales, hoy sin huevo incluido pues el de ayer de Beni Enzar satisfizo monjes, eremitas y  turistas ávidos del sucar ( mojeteo en melijerg, amado y en práctica a guardar y que dure).

 De regreso, promesa de volver, pues nos faltan los morabos y los Sidis y sus espíritus de convivencia y santidad. Satisfechos, sentidos con haber experimentado y vivido momentos inolvidables, encuentros que nos hacen sentir  nada DIFERENTES, más humanos, más próximos, respetando proyectos de gente buena que lucha y ansia ir realizando su trayecto , abrazos sin programa ni guión, espontáneos, lenguas que no separan, signos y mímica que nos hacen cómplices de esta vida, a golpe de sentimientos de unidad, entendimiento, respeto a l papel de cada uno.

 Nos gustaría ser bicentenario, milenarios de los encuentros que unen, quedando claro que nosotros pondremos para ello de nuestra parte, conscientes de que no hay otra parte, solo estar donde nos ha tocado, no siendo la geografía ni la cultura o las costumbres, no siendo  óbice para desencuentros.

 Volveremos, aunaremos voluntades, nos acercaremos pues tanto lo que nos une que no vemos diferencias, siendo sano el engaño, o no ver por falta de amplitud de miras y sencillez. En el fondo humanidad para comprender y querer, simplemente querer, no entendiendo el porqué cuesta tanto. Mi salud y el que seáis buenos, no siendo cura ni aspirando a ello, eso si, de joven  y lo confieso  eremita de los montes, ilusión de dos días, díscolo  con mis padres y novietas por elegir, juventud divino tesoro, juventud añorada...y el domingo próximo más, sintiendo ya la impaciencia del pensamiento , a quien hay que hacer comprender, los ritmos y caricias de tanto deleite de hoy, a continuar.




 Pedro Gallardo, Ciudadano

1 comentario:

  1. Una excursión que parece una escusa para recorrer tus sentimientos por la tierra de tus amores, bonita descripción de sensaciones por la tierra y sus frutos, recordando como siempre la voluntad de unir humanidades y para finalizar una pícara ensoñación de juventudes pasadas, amigo está muy tierna tu alegría de vivir

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