miércoles, 14 de marzo de 2012





Son momentos que por  suerte pasan y el volver a empezar

Anda, anda uno de tribulaciones recién llegado del suplicio.¡ Qué duro , ostis, qué duro se va haciendo esto !, son esponjas y me absorben la poca energía positiva que me queda, dejándome en carga negativa, mosqueado, subido de tensión, con el azúcar en alza, tenso, enervado, sintiéndome  maltratado y eso duele, pues el grupo que no algunos individuos, me anulan y me llevan a la impotencia y a la dejadez involuntaria para seguir aspirando a formar mentes, pueblo, gente.

Y Einstein dicen fue un fracasado en dimensiones escolares y yo que me muevo en ellas como pez en el agua, a veces ahogándome vecinos, a veces pidiendo sorroco, perdón socorro, siendo corto el trasiego del enfado, pues uno vuelve a levantarse, mandando la vocación, la pasión de querer entender y cambiar hábitos y actitudes que por complejas me dislocan y me llevan a no saber a veces que hacer, por perdido y recurrente a la luz que se me escapa, pero siempre vuelve, agradecido, vuelve y me ilumina...

Renuncio, renuncio al arquetipo o estereotipo en dos canales de equilibrado. Mi sentimiento temporal de fracasado cuando lo supero en tiempo y forma me hace sentirme más fuerte, y recuerdo eso y  lo expreso como sintió Antoine, no sabiendo si antes, durante y o después del maravilloso ” Principito ”. Y cuando veo que una parte, por no decir un vulgar cacho de trozo de mí cae, pienso que el resto de lo que queda, amado Séneca, se acerca o padece la misma inseguridad, convenciéndome de que he de seguir, hemos de seguir los  genios, con dos cojones porque no hay más, luchando contra la adversidad y mediocridad que es coetánea con nuestra amarguras, alegrías y venturas por llegar.

Noto, siento a veces mi corazón  tocado por tenerlo y ser cómplice de sus ritmos, arritmias, sentimientos y  locuras. Sé que está dentro para romperse y que Wilde me lo exprese, siendo moi quien lo padece , siente, enzalza o enaltece que es casi lo mismo.  Sigo con mis esfuerzos, obligaciones para otros distantes que no se enteran de la copla pero que juegan a decir la suya sin saber el qué. Quiero, quiero , deseo que me midan por lo habitual en mí, por la expresión cotidiana, no pareciendo  diferente en situaciones de llamada excepcionalidad, pues pierde su valor, por preparar lo no asumido, respuesta al miedo o compromiso del que dirán, que me ofende, justifica o mide en la medida  de lo que me consta valgo, y sin abuelas picha, convencido.

El momento escolar es duro, te hace conjeturar, valorar, ver que lo proyectado no llega, no es factible, no se dan las condiciones, y esto no es de libro, no aspira a formar parte de estadísticas frías, a juicios sin pisar la realidad de los que día a día, vemos frustradas ambiciones de triunfo y satisfacer nuestra causas del porqué estamos en este mundo. Sigo, seguimos buscando los caminos que salven los obstáculos, sabiendo que sino los encontramos que no es el caso, no llegaremos a ninguna parte, dedicándole sonrisas reales y sentidas o forzadas o para salir del paso, a muchos que nos rodean cercanos o pasajeros, concediendo parte de lo nuestro, sabiendo que hacemos práctica de ese lenguaje universal , sideral o sin límites que necesita de la complejidad sin pedir nada o dar a cambio.

A veces dudo de mi sentido , de tu sentido, de vuestro sentido común, preguntándole a Voltaire, quien no me contesta, eso si pasando él a la historia de las frases y yo con un acongojo de medido olvido por no ser quien lo expresa y no quiere olvidar, esperando la respuesta.

Me reconforta no ir en búsqueda del éxito reconocido por los demás, pues con mi yo y amiga conciencia, pactado está el éxito, sin pedantería que tribule mi no afrenta ni osadía , simple expresión de uno que se quiere, y quien lo va a impedir , distancias y anulada ansia de porfía.  Por eso, lo que ocurre, lo que cuatro paredes guardan , lo que sienten veintiséis almas con o sin ella, forma parte de nuestra historia, conflictos y soluciones que compensan cabreos y satisfacciones.
 Es así la vida, es ese su devenir siendo mi función digerirlo, necesitando para ello, a veces, expresarlo, tiempo, siendo consciente de que nadie lo entiende como yo que peca de subjetivo. ¿ Y quién no que padece sus ofuscaciones y proximidades, sus sonrisas por dar o recibir?, cuestión de ir viviendo, sentires de mis  adentros.

 Sin deseos de cansar, mi salud y el sed buenos, que mañana, Gallardo , contrapunto, dios dirá.




 Pedro Gallardo, Ciudadano

No hay comentarios:

Publicar un comentario