Ayer hicimos valoración del mismo, del funcionamiento del
grupo clase, de las promesas incumplidas, sentimientos, sinceridad,
justificaciones, películas, excusas... hubo
de todo como en botica. Hemos mejorado pero queda camino por recorrer
para este pelotón de sextorros y lo que
queda será duro y lo que viene , ¡ qué decir !
He intentado jugar un
papel de mediador de palabras que se pisan el turno por más que se llama a
mantenerlo, han expresado sus anhelos, sus dificultades, desmotivaciones
algunos reflejándose el momento, la secuencia de ellos que nos está tocando
vivir.
Claro, claro que influye la realidad social que conformamos, la
intranquilidad, el desasosiego, la falta de perspectivas, tantas sombras y en
casos estrecheces. Van ganando conciencia, crecen en solidaridad y en empatía,
superan egoísmos y discusiones sin sentido , valoran el diálogo para acercar
posiciones y la tolerancia pues no somos muñequitos de fábrica seriados...
están creciendo.
Nos concienciamos de que el estudio no es solo una obligación
aceptada por convencimiento de las oportunidades que se nos abre, por la
belleza y el maravilloso mundo de los saberes, como a ello nos llama Einstein,
ese sabio, ese humano que supo en sus carnes lo que fue fracasar y levantarse.
A estas edades no se puede tirar la toalla, no se puede
aceptar algunos sigan demandando tanta dependencia y satisfacción del ego a
costa de no dar nada. Los obstáculos forman parte de este trasiego y cuando se superan valoras
más lo dulce en lo que te provocaba desazón. Es maravilloso, ver como algunos
chicos lo tienen claro, saben lo que quieren y lo que cuesta, apuestan y se
esfuerzan por ello. Hay momentos en este marco educativo, en estas cuatro
paredes que son irrepetibles, inolvidables, que te marcan en este patrimonio de
treinta y ocho cursos escolares, que se dice pronto.
Son muchas las horas, los días que afrontamos el reto de ir
formándonos. Uno sabe por experiencia que será el tiempo el que te haga
reconocer y recordar aciertos y desatinos, oportunidades perdidas, añorándolas.
Se les dice, lo escuchan y luego cada
cual va dando y consiguiendo aquello que
cosecha.
Nos hemos marcado, votado por unanimidad, una serie de
compromisos, de mejoras y unos días de vacaciones bien llegadas, en que haya
lugar a la reflexión. Sigo confiando en ellos, sabiendo que hay palabras ,
hechos y olvidos, no por ello desmotivado, aunque cada año esto se hace más
duro, pero si tuviese la oportunidad de vivirlo de nuevo, a repetir.
No puedo dejar de recordar a mis maestros de los que aprendí,
tanto o más que de mis alumnos, que asuman el deseo de aprender, que la
ignorancia nos hace bajar la escalera acercándonos a la servidumbre, que a
veces no lo hacemos porque equivocadamente creemos que lo sabemos todo, o desconocemos
lo que podemos dar de nosotros mismos,
sin olvidar que tan necesarios son los conocimientos como el ser
“personas”.
Chicos, os espero, mi sed buenos, sino os perseguiré. Con
cariño, el profe.
Pedro Gallardo,
Ciudadano
Maestro Ceip Real
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