Aprobación inicial para que funcione mejor la Asamblea, para
que los Partidos representados encuentren su medida y la medida al otro, para
gobernar y hacer oposición construyendo
o reclamando tu legitimidad, a veces con un exceso de celo que cansa,
pues guste o no las mayorías marcan el
rumbo, no siendo un derecho el imponer, aunque otros puede que más
interesadamente avezados o despistados no lo vean así.
A mí, ciudadano, y a otros que han de hablar por sí mismo,
seguro les interesa nuestros representantes funcionen y corrijan distorsiones
de tiempos pasados, que lo hagan por y para el pueblo, para todos por derecho y
por deber, superando espero pues se aprende de los errores que tanto cuesta
reconocer, haciendo del marco democrático
y de sus relaciones en él escuela de
respeto y tolerancia, suma de voluntades y de saber escuchar al
diferente.
Poco o nada se habla de lo mecanismos en que la ciudadanía
puede implicarse, en que el asociacionismo debe construir ciudad. Faltan ,
faltan canales o mecanismos nítidos y valientes para que podamos participar en
los Plenos aportando demandas y exigiendo soluciones que no llevan el sello,
firma y control del estamentado.
Melilla está de nuevo perdiendo por falta de sensibilidad una
nueva oportunidad histórica, concibiendo cortamente el participar con la
información cuando menos interesada y a pos de los acontecimientos. El “ participar es decidir ”, el
coparticipar, en el mejor de los casos
el vernos como meros consultivos o ni eso, agranda las distancias y enmarca la vía participativa en lo estrecho,
formalista en exceso y acomodaticio. El menos despacho y más contacto con la calle, el tomar el pulso
de ciudad más allá de los seguidores o controladores que realzan mi color, son de
otra época, de otras dimensiones y uno que luchó por ello y lo consiguió lo
añora en esta nueva realidad de compromiso, pero uno llega donde llega,
liberándome al menos expresarlo para oídos sensibles, graciables o
detractores que practican el innoble arte de
“utopizar lo que es
cuestión de cojones, valentía y creer que somos más que un número temporal y de
ocasión”
¿ Qué entienden por Participación ciudadana algunos
responsables que se jactan de lo que no lo es?, o lo es solo de nombre y controlada y monocolor
versión. ¿ Dónde la pluralidad es valor, se expresa y argumenta sus razones?,
muchas veces denostadas sin escucha, apartadas o aparcadas sine die, por
cuerdas que os desafinan.
Está claro que en mi
mundo, tocan otros músicos. Esta composición no me gusta, vaya pues mi libre
opinión.... y siguen pasando los años, las décadas, las oportunidades de avanzar, rompiendo esquemas y conceptos
que huelen a moho, distantes, cortos,
fenecidos.
¿ Presupuestos participados, plan de actuaciones con implicación
del tejido interesado y motivado para
ello?, dónde, ¿ dónde Gallardo ? . ¡ Ay, Santa Coloma cuánto te añoro!, y mi agradecimiento por
invitarme a volver a esa plenitud y vivencias que no me quita nadie, por
vividas y sentidas, imposibles de extrapolar, pues en esta realidad de cuna se
siembran otros frutos, viendo el temporal todopoderoso y adláteres de
complemento, tempestades donde no las hay y enemigo al que discrepa, siendo
pueblo y ejerciendo como tal , ¿ o no ¿. Mi salud y saludos de plebeyo sin señor, para gozo de mi
yo.
Igual toca contrastar
y yo encantado y sin cargo a los Presupuestos. Para eso otros nombres, otros
comisionados, otros apellidos, otra minutas y más otros... en fin, que esto se
acaba.
Pedro Gallardo,
Ciudadano
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