Pacto de amistad nunca perdida

“ Los botijos  se encuentran y se abrazan, no faltaría más”

Se ha producido hoy en la cafetería Playing del Real, con José María Segura, Francisco Peinado y Antonio Criado de testigos excelsos, a los que nos falta colmarles de besos no ejecutados, quizás para que no se acostumbrasen.  

 Este pacto de amistad y de buena armonía no necesario pero oportuno por neutralizar fáciles habladurías, se ha producido en el Playing, un lugar magnifico que recomiendo donde son capaces , pacientes y recapaces de y reduplico por despiste, servirnos un huevo a destiempo ,para salvar la causa del escenario, pues Pepe se lo merece todo y sabemos que ello le reconforta sin igual, elevándolo en exceso de añorante  balancé en su cúspide ferial,, no habiendo límites para su singular   compostura. Es que el payo es así, es único, ejemplar y ciudadano al que  proponemos melillense universal, año tras año.

 Y coleguis si pensáis por despistes y otros intereses en otro mortal, que sepan sus alturas y circunstancias que desmerecéis a un Presidente de la simple y plebeya humanidad que reconforta a los que le queremos y estimamos que siendo igual desciende de lenguas  de  no logrado doble filo, latinus a igualar y el convéncete  del Marqués for President de la sincera humildad y entrega al PUEBLO y reparto de tristezas y alegrías por igual . Por cierto, y a ser justos , que quien no lo entienda o comparta, pues desde la pluralidad parida, que le den por tájana o ciezo o cerete entreculero, pues no entiende ni es sensible a que “ en este mundo que queremos mandarán los sentimientos ”. José Marqués destila humanidad, y yo doy fe de ello sin incienso por churros en disputa, que le endiño con acierto.

La labor realizada en meses por este ser maravilloso, el Marqués de su calita, es ejemplar. Ha trascendido de fronteras, ha sido solidario, ha enaltecido el valor de la ancestral alfarería, el valor del barro adormecido y encantado por las manos en la densa, frágil y doméstica creación por gozo y recabar. Beni Sidel es más cercana, más humana, más nuestra, siendo amigos sin conocer su proximidad  y necesaria escena en ilusiones transfronterizas, pues queridos, no estamos tan lejos. ¡ Qué son 27 metros con el kilo que parece más distancia por delante !, no tan dificultosa búsqueda de solución, siendo de Primaria y el te lo soplo por tapar.

Hoy hemos protagonizado un día, una mañana histórica que los anales oficalistas no recogerán al margen de sensibles compañeros de viaje que acompañan el devenir y el estar y que las crónicas de Tolkia aseguro reflejarán.

 Ese mañana de sábado, hemos abrazado la concordia, el valor del diálogo y la necesidad de empatizar con los valores y afectos del otro y del yo visor de otras dimensiones cercanas o ausentes de sentirse cómplices de otras paridades en frente de recordada hidalguía, respetuosa con esos molinos que nos hacen ver la utopía de un Sancho que olía a estiércol , humanidad y rebeldía.

Los botijos de Beni Sidel y los de la España imperial , majestuosa o en decrépito real, hoy se han encontrado en el real, maravilloso barrio melillense. En este encuentro hemos  apostado por  mirar al futuro con ilusión, vivir los momentos, convencidos de que son etapas  secuenciales sin marcha atrás.

 Quizás se nos vino a la memoria ese tren de ferraduras que llegaba hasta el dique de nuestras sensibles convicciones por haberlo vivir ser parte de la historia de cada uno y de otros, seres que iban por sendas de dirección al frente, dar cuenta de lo hecho y pendientes en ansias del llegar que al fin y al cabo son la esencia de la vida por contar, bendito privilegio bendecido por mis genios del bosque de anarcoides ( término a descifrar ). Y oye que depende de lo que me acoquines, igual te lo descifro, pero con destino a tantos que lo necesitan en verdad y no te cuento más porque lloro y me desarmo por instantes con suma facilidad.

No se, no capisco si Estébanez, Mesonero, Luis Taboada, Bretón de los Herreros y otos se me han aparecido, en veintiuno  de regreso al diecinueve o inicios de anteriores gestas .No lo se, lo  dudo o quizás lo demando en estos instantes de paz, encuentro y efluvios de un día de copas sabatino... pero necesito que sepáis que  ellos protagonizaron sus populares y cercanas pretensiones de ese mundo feliz de  plazoletas rebosando cercana humanidad

.Yo, desde mi Melilla sin igual, a modo de juglaresco y trovador perdido, cuento y expreso lo que siento sin querer ofender a nadie. Que he dicho “ naide” pues la abuela Elena motrileña pesa y me llama a recordar que somos eslabones en la historia, que la quiero entre otras por sus azules ojuelos no heredados por el puto y necesario azar.

Yo no considero que estos sean “ Mis ratos perdidos ”, si mis escenas y sensaciones melillenses en un melijerg que sabe a gloria y más si pudiese saborear en tiempo atrás, esos pinchitos de Sadia y el rincón, calamares de la Cave y  amigos queridos que se fueron sin aviso. Me los quiero, me entristezco, mi sed buenos y hasta otra,. Y perdón por ser pesado, pero necesito conocerte, aunque te bebas el cafecito en dos sorbos de mirada casi perdida, el instante y el consiguiente que te vas en despedida por eso de lo formal. Claro en respuesta y sin conocerte solo por razón de gestos y de mímica al uso, yo te digo y acompaño con mi ¡ hasta luego Lucas, a Isabel ,o sabe Dios o si te llego, quedemos en lares por explorar!

 Un jjeeee, de sorna comedida, un canto a la maravillosa libertad de decir lo que sientes y si llega, ¡ premio!, que mis besos y agradecimientos te  persiguen y desean lo mejor. Sea ya pues, EL AMEN o iNSALLLAH en esta realidad plural donde aspiro a “entender lo que es real y lo que interesa”, pues todo no es tan reluciente ni oro que tenga que exhibir, por pan próximo a repartir.

 De todas formas, que sepáis que os voy estimando y a mi no me contéis lo del armario, por de momento puro machote, contenido de momento por la edad inaplazable, ¡ japuta que es !

 Y... que es así, que es , que  no lo lamento y lo digo y repito por mis muelas perdidas en crisis difíciles de superar.

 Pedro Gallardo, Ciudadano