viernes, 17 de agosto de 2012




Vaivenes que buscan un norte sometido
 a su destino

 “ Y es que los otros cardinales le llaman a aceptar la libertad de los vientos, brisas  y  suspensivos por situar ”

 Y Weil me dirá sin encogerse que cada día se siente para adentro , más rojo. Santín, mi materia que nos une, que  sin darme cuenta me acerco a sus ángeles rebeldes. Formoso esa señora y ser humano inigualable que siga sintiéndome “ hermoso y  nada visceral ”, que predomine el cartesiano habilismo término o palabro por  oficializar,  a una Rae temporal y excesivamente encajonada en canas por despertar.

Vaivenes, sombras, luces, cantos de sirenas esperanzadas en un Ulises sin rebaja, que las enaltezca, que las ensalce, sin cremas y con belleza. Vaivenes, cambios de rumbo sin constancia, dudas, recomellos de lo hecho o pendiente, imbrodescas tentaciones en una Melilla que no puede esconder esta crisis y una brújula que no es chinesca, aunque  mi paisanaje con Marines y portavoces altivos, me sepan a desglorificados terrenales por llegar, tiempo a tiempo, mejor un cauny o dogma que un longines de regalo circunstancial inmerecido. Oye, que si renuncias a ello, te expulsamos de la reunión del Consejo de lagartos y adjuntos y de ministros, pues la multi o el trust u holding que lo envía, merece de esta acogida, que lo paga el villano, el nominado a control, el viejito de marras, el parado borreguil a estrangular.

Mi Ana, mi Ana Pastrana de Manzanares me anima a seguir  con mis quijotescas opiniones y yo se lo agradezco en red, en red espero tupida, fuerte,  asentada en la libertad y  necesidad que nos llama a ser amigos en proyectos, desdichas compartidas y nada sibilinas intenciones de un cambio necesario por llegar.

Mi Carlos Bort, desde sus cercanas sensaciones y visiones de risas infantiles en la Lisboa de Camoens contemplando un infante que sueña y practica con una felicidad  que traspola a adultos  y yo me apunto sin esperar a  Reyes sin mirra, sin incienso  por recortes maldecidos, que maltratan ilusiones y vaivenes que siguen buscando un norte, un destino, sin diseñar ni elaborar por mentes de bajo estilo.

 Y yo me digo en una llamada interior, si haces crítica social global igual nos llega, si es en lo local y con nombres las acciones en bolsa informativa libre inestabilizan mi espera y morbo por vivenciar.

Si voy de barroco difícil de interpretar y caspas de añadido, igual encuentran un rinconcito de luz y amplias miras de café y observancia, dependiendo del Levante o del Poniente o de quien asienta con mis  molestas indecencias, no perdiendo guapuras pues mis Delfos me llaman a mesura de control  difícil, uno que es de carne, uno que siente la necesidad de expresar sus neuras, desmanes y don dicen de gentes, gentes de mar y bravura, hoy sometidos a desesperanza y necesidad de Saramagos que nos guian y hacen sentir, necesitados de nortes a nuestra voluntad.

Son, salen en escena protagonistas de mi referencia vital. Son actores y actrices que me trasladan confianza en que hay gente buena no entrando todos por razón de espacio impreso. Ellos, ellas, de los que saca la cabeza Juan, mi Bertomeu de generalato callejero y de historia a contrastar, me llama con arrebato a reclamar el anuncio el próximo opinable en merecido homenaje a mi rifeño Messaudi de la noble Beni-Sidel con mi Marqués de mecenazgo, con los que queremos abrazar a quien desde su alfarera visión y del barro magistral, nos llevan a valorar lo próximo que no distante, siendo en exceso convencido de que los dioses lo iluminan, inspirándole universalidad y trasvase de fronteras, sentimientos por alzar. Eso lo será en tiempo de Ferias, eso nos colmará de sentimientos desbordados, eso es ser humano, generoso, receptor de pasiones, abrazos y besos sin guardar.

 Y que expresarle, qué decirle, no siendo mi costumbre, a mi Pedro Bueno y su artículo reciente de “ siesta sin igual ”, qué  hacerle llegar a través de esta misiva impresa tan sentida tan caliente. Genio, un auténtico protagonista de mis defectos por pulir, un intimismo redoblado público que me hace aflorar complicidades que no acierto a situar. Gracias, gracias amigo por tu momento de bonanza y lo que he sentido al leerlo, valorando a partir de entonces la siesta transnacional, con ronquidos de añadido incontrolados y libertinos, el Marqués ahora de “Cáceres” con chopitos de la mar, espero siempre azul de antifachalandias.

 A mis hermanos, a mi gente buena que acaba el Ramadán, larga vida, buenos propósitos pues no tuve la ocasión de felicitaros su inicio, reclamando hoy su protagonismo, sus venturas y buen llegar.

 Vaivenes, vaivenes que buscan la estabilidad en un equilibrio inestable, en una búsqueda de expresión de interiores e identidad, a las que las cárceles del silencio no hacen crecer, LIBERTAD y mi deseo de que seáis buena gente. Un abrazo a todo aquél capaz de entender que con esto no se ofende a quien así no lo concibe, y si te gusta, dos mejor que uno.




Pedro Gallardo, Ciudadano

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