miércoles, 11 de abril de 2012



Siempre recordado, querido, Lorenzo Lechuga


 Un recuerdo muy especial en esta próxima celebración a mi, nuestro compañero ejemplar, Lorenzo Lechuga y a tantos que como él, siguen iluminando nuestro sentido de vivir y compromiso.

 “Ejerciendo mi libertad y conciencia ciudadana”. He de reconocer me he quedado un poco tocado, al  enterarme de la muerte de mi estimado camarada, Jordi Navarro, en Santa Coloma de Gramenet, despidiéndose de  todos nosotros, me consta en el recuerdo, a sus cincuenta y siete años de coherencia y humanidad. Aprovecharé estos días de Semana Santa para brindar por ti y tu familia, en tu maravilloso restaurante “Isalba”, con un buen Ribera de los tuyos como excelente sonmelier, ¡y noi  que no lo dudes! Hace ya un año de esto y mantengo viva la llama del recuerdo y lo compartido.
 !
Me hubiese gustado hacerme una foto contigo entonces y ahora, y con los coleguis este próximo Jueves 14 de Abril, celebrando el 81 aniversario del establecimiento de la II República española, en el portón de la Casa Consistorial bajo la bandera  republicana, pero te evadiste iniciando ese viaje sin regreso, quedando tu obra admirable ebanista y carpintero, tus consejos y paciencia ante este casi ácrata irrealizado, y la vida continua como me decía mi Liberto Barreda Trinidad, nonagenario más cuatro hace escasos meses, pero se fue antes, antes que tú, llorándole su marcha inevitable y en silencio, como deseaba. Igual te has encontrado con él por esos recovecos y trincheras, igual le has abrazado, igual y lo celebro.

Y yo no quería hablaros de esto, pero las circunstancias mandan, los sentimientos y por ello, cumplo, agradecido. Quería y quiero situar el ochenta y uno aniversario de nuestra República del 31, pues en democracia  ¿quién si se lo cree, teme a hablar de ello y recordarlo?, por mucho nostálgico agazapado, instalado y mal reciclado que pulule  en privilegios y desmanes. A la derecha anticonstitucional puede que no le agrade, a la Alta Curia oficialista puede que tampoco y nos deseen” contriciones” y credos a centenar, pero ¿a los convencidos ?... y es que no nos van a callar, recordando y situando a esos hombres y mujeres que en ello creyeron y por lo que lucharon. ¿Acaso el golpe fue avalado en las urnas en decisión libre y democrática, ese poder que emana de él, sustraído y amancillado por la fuerza de las armas y la opresión?

 Y no es cuestión de reabrir las heridas y  no encontrar a los “acunetados”, pero la memoria forma parte consustancial de este pueblo, para las generaciones presentes y venideras no caigan en la irracionalidad, el olvido y  “el borrón y cuenta nueva” con tantas sin compensar, por justa dignidad.

 No es un artículo sometido a espacio y tiempo, el lugar para entrar en profundidades, en análisis de pros y contras, pero por encima de toda controversia y discrepancia, era y fue el gobierno votado en libertad y conciencia por el pueblo, consiguiéndose entre otras, que nuestras abuelas, que las mías, la de ojos azules y de nombre Elena, la de Torrenueva y la Antonia manilveña, siendo analfabetas y madrazas sacrificadas, pudiesen  comenzar a “votar y a decidir” como personas. Ya no se aplicaría el delito de adulterio solo a la mujer por serlo, auténtica lapidación moral, por bien llegada supresión. Llegó el divorcio por mutuo acuerdo, se crearon escuelas nocturnas para trabajadoras, hubo separación de poderes entre la Iglesia y el Estado, se permitieron las escuelas mixtas, coeducación, se despenalizó y legalizó el aborto, se abolió la prohibición de la prostitución reglamentándose, y podría decir tanto y tanto, pero no  es cuestión de convencerse si no lo estás y allá cada cual con sus principios, virtudes y carencias.

 Y es que en este sistema de libertades de las que nos hemos dotado, uno puede decir a boca ancha, que nuestra Monarquía sigue indefinida e interesada sin condenar la dictadura que le proyectó en la democracia que le alimenta y bien por cierto. Es que estas instituciones del pasado claman al cielo, siendo trasnochadas, en un marco donde no se nos dio la opción de definirnos, por forzada y convenida concordia en aquel entonces.
Muchos somos los que seguimos defendiendo y aspirando, a que algún día llegará inevitable y  por la vía de la paz y la conciencia, una III República, realzando los valores de esos ilustrados  que clamaban “igualdad, libertad y fraternidad”, de aquellos pueblos que protagonizaron sus justas aspiraciones, la res pública, la cosa pública.

 Y es que no puedo evitar cuando me acerco al Teatro Cine Perelló, parecerme  escuchar sones de Riego y aplausos al sevillano Diego Martínez Barrio, en la Melilla del 35, que fue republicana con derechas e izquierdas, con centristas y radicales, ¡que no se olvide!, por mucho que cueste reconocerlo, siendo injustos y esquivos con la incuestionable “verdad histórica” y no lo que interesa, manipulando nuestro sentir y revolucionaria verdad.

 Salud y República para los que así sentimos y queremos, en un marco de tolerancia, y que dure, que siempre esté presente  y la fundamental libertad en  expresar lo que sentimos.

 Ha pasado un año desde que escribí este artículo teniendo para mí todo el empuje, vigor y sentido de entonces, ahora más pues el panorama  recrudece las condiciones de vida de los más desprotegidos y humildes, vaciando de contenido social lo que tanto costó, pues sí lo quiere y deciden los postmodernos sectarios del salvaje neoliberalismo.
 La condiciones de defensa de derechos, la unidad y concienciación ante tanta estrechez han de hacernos alzar la mirada, orgullosos de nuestro pasado, mirando al futuro, pues no lo podrán comprar, ideas libres al viento.  

!Buen 14 de Abril 2.012!




 Pedro Gallardo, Ciudadano

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