sábado, 14 de abril de 2012



 Hoy no llueve a cántaros, sombras que se desvanecen

Es cierto que gastamos más tiempo en hablar y quejarnos de las situaciones problemáticas que de afrontar las soluciones y eso que intento  hacerles frente con una sonrisa no eginética, renunciando al miedo que te intenta invadir, de momento victorioso y relegado él para quien teme a los nostálgicos.

 Claro que si, fecundo Facundo, claro que de la cuna a la tumba la escuela se nos hace presente  y que los problemas no lo son tanto pues transmiten lecciones para solucionarlos, a veces con necesidad de hacer deberes y con voluntad de quien la sigue la consigue, paciencia, entusiasmo y perseverancia.

 Los porqués para trasiegos de idas y venidas, los como y así fueron por respuesta. Las dificultades que en su salida saben a dulce, Don Miguel y saludos a Rinconete y no a Cortadillo por sonarme a recorte, estando hasta los... eso.  El levantarse de las caídas para aprender  de los errores sin saber de ellos pues nosotros no los hemos provocado, palabras, palabras y los hechos son amores o desamores, farándula y cortinajes de hilos sin dominar.

 Me resisto a acabar el día sin aprender y dar, aunque las circunstancias me vencen sin empates que valorar. Mis dificultades no son excusas que mi historia protagonice, mis lamentos son salidas a escarnios, injusticias, impotencia y soledad, por momentos. No quiero más privilegios pues lo tengo todos a mi alcance y me basto con tan poco y tanto para otros que, amigos, toca, toca esperar con renovada templanza y experiencia compañera, tiempos mejores.

Y yo intento de día iluminar mi rostro al Sol y de noche compartir la calma de la sombra en el crepúsculo y naciente noche, sintiéndome joven por los ensueños reclamados deseo por llegar y viejo ciudadano y profesor por lo vivido y sueños  ya plasmados, creciente despertar
.
 Puede que mi mundo no sea de este reino, puede que el mundo no necesite reinos impuestos por sangre y cuna,  ni dictaduras ni escarnios y limosnas que condonan las maldades e incorduras.

 Y hago una parada y cambio el chic y recuerdo que mi Pepe , Marqués rifeño y  en encuentro, me reclama loar el Telat, el Telat de Beni-Sidel al que quiero en bereber, describir y dar color y vida a sus alfareros, a tanta historia vivida, a sus gentes, a sus vidas. Lo asumo y me doy tiempo, ese tesoro sin marcha atrás más que en los recuerdos, esperando fuentes, imágenes, motivación y su reto con encanto. Todo llegará, es cuestión de proponerse metas, darle sentido a aquello que te ilusiona y hace sentirte creador de tus visiones. Mi sed buenos o al menos intentarlo en este Abril  que avanza sin paso atrás, es lo que toca.

 Hoy Pablo Guerrero me ha acompañado, hoy he saboreado  su olor a Extremadura. Mañana los dioses me dirán dispuesto a escucharlos, eso si, de igual a igual.


 Pedro Gallardo, Ciudadano

No hay comentarios:

Publicar un comentario