TREINTA Y NUEVE CURSOS, NO
ME PESAN
“ Docencia y compromiso social, con
mis instrumentos, la palabra, los manchurris, el cabreo y el abrazo ”
Sí amigos, he acabado mi treinta y nueve curso
escolar y no me pesa. Es más, preparando ya mentalmente el inicio del cuarenta. Son y no puedo evadirlo, momentos de balance, de análisis y pros y
contras en tu trasiego, en tu apuesta vital por suerte vocacional y que dure.
Regresé a
nuestra Melilla después de 31 cursos en
Cataluña, en mi segunda realidad y ansia transformadora, mi segunda cuna
Santa Coloma de Gramanet, siendo consciente de que había que volver a engancharse
con arraigos medio adormecidos, relaciones que el devenir marcó y marcaba sus
propios ritmos separando sentimientos en la no distancia. Tenía, tengo claro
que el regreso es, era un débito con una
ciudad en la que desarrollé olores, experiencias, imágenes que conforman
mi ser y aspirar pendiente, mi proyecto
que egoísta aspira combatir
conformistas pragmatismos que sitúan al
diferente en locos de otros parámetros, en seres molestos que claman en
desiertos por reverdecer, pues no hay tope ,no hay el imposible sino se aspira
a invertir status acomodaticios y visiones cortas de dimensiones de infinito
sin fronteras.
Ese es motor, la ilusión y esperanza, la llama
diaria que te dice “todo es superable, da de ti todo lo que puedas y no ahogues
tus sueños”. ¿ Idealista, utópico,
irreal pues… pos ? de p.madre sacro terrenal y libre consciente o insconciente
de los vientos multidireccionales, de Eolo en presente y lo aplaudo y contagia,
rebeldía e inconformismo. Me he movido
en el compromiso vecinal, en las luchas y aspiraciones de los olvidados,
reclamando participación más allá del contar a destiempo.
Me ha llenado y me llena mi profesión, educar
en lo que no educan otros, ,transmitir y ser instructor en conocimientos y
valores que realcen el ser “personas”,
independientemente de los avatares del poder y color de turno. Casi cuarenta
años de docencia y el plus de la relación estrecha con los vecinos, esa
dualidad nada mágica que me ha proyectado en el camino, no tienen precio,
añorando no poder repetirlo, pues la edad marca espacios y tiempos, abrazos y
reconocimientos en caliente y el paso que te sitúa en el olvido, para relaje de la memoria que busca sitio para tanto bien
nacido. Uno aspira a no ser uno más, quizás egoísta y subjetivo; uno aspira a
que te quieran por tus hechos y momentos compartidos, donde has dado luz y
libertad a traumas y casos sin sentido. Uno aspira a desarrollar su condición humana,
a sus apuestas y desencuentros redimidos. Uno es y quiere seguir dando la
talla, a ser consciente de sus devaneos y sueños que alcancen su asiento y
logro compartido.
Gracias, gracias a Cristóbal Maese el maestro que me
sembró la semilla de magister demostrándome que desde la condición humilde se
llega y consigue. A José Ángel Fernández Peñas quien en mi adolescencia me
enseñó los valores de superar ese “teorema del cateto” que me hizo dudar de rumbos y deseos nada
imitados y sí sentidos. Gracias Melilla, mi tierra por ese marco de compromiso
y futuro en nuestras manos y
sentires. Gracias por no sentirme
enemigo pues la diferencia enriquece, la terrenalidad te acerca a endiosamiento
sin calado ni sentido, por mucho que a veces, por débil te creas dueño de tu
mundo que es de todos.
No puedo dar final a este testimonio impreso sin agradecer a medios de comunicación de mi
tierra, la oportunidad de desarrollar casi a diario mi “ciudadanía” y contrapuntos.
Al Norteáfrica de mis amigos y
familia Valencia y Jessi, Infomelilla
en su momento en que aceptaban mis colaboraciones, Faro de mi inicio inolvidable, Telegrama añorado y querido y reclamado, Informal de Fran amigo sentido
e inolvidable en mis escarceos primerizos de escribano… a Cablemel y Alberto Benzaquén por su
acogida en su momento; al Melilla Hoy
y a su director Mustafa Hamed por darme
a menudo la oportunidad de sonreírle a la mañana, a mis cataplines y voluntad
por haberme sobrepuesto a incomprensiones y adversidades desde una concepción
democrática de nuevo cuño por llegar, al “Melillense
digital.net” y a su apreciado director Miguel con el orgullo de que sea
depositario de más de 260 opiniones que me elevaron y situaron en momentos de
norte perdido y horizonte buscado.
Han sido en
tres años de opinión, casi seiscientos momentos de luces y sombras. Son los
responsables de que goce con un blog en veinte meses con 30.000 visitas , algo
inimaginable en su inicio. Son mis mentores cercanos y distantes a quienes
agradezco me hayan dado la oportunidad de expresar interioridades, lamentos,
deseos y desencuentros
.
Gracias a
todos, gracias, AMIGOS .Llegan las
vacaciones ,llega y en ello estamos el deseo de seguir abocando, realizando tus
anhelos y conquistas pendientes. A ello y en ello estamos…hoy veo la vida de un
color especial y no os engaño ,mañana aspirando a seguir contrapunteando y
expresando ciudadanía.
PEDRO GALLARDO, CIUDADANO
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