Siempre recordado, querido, Lorenzo Lechuga
Un recuerdo muy especial en esta próxima
celebración a mi, nuestro compañero ejemplar, Lorenzo Lechuga y a tantos que
como él, siguen iluminando nuestro sentido de vivir y compromiso.
“Ejerciendo mi libertad y conciencia
ciudadana”. He de reconocer me he quedado un poco tocado, al enterarme de
la muerte de mi estimado camarada, Jordi Navarro, en Santa Coloma de Gramenet,
despidiéndose de todos nosotros, me consta en el recuerdo, a sus
cincuenta y siete años de coherencia y humanidad. Aprovecharé estos días de
Semana Santa para brindar por ti y tu familia, en tu maravilloso restaurante
“Isalba”, con un buen Ribera de los tuyos como excelente sonmelier, ¡y
noi que no lo dudes! Hace ya un año de esto y mantengo viva la llama del
recuerdo y lo compartido.
!
Me hubiese gustado hacerme una foto contigo entonces y ahora, y con los coleguis este próximo Jueves 14 de Abril, celebrando el 81 aniversario del establecimiento de la II República española, en el portón de la Casa Consistorial bajo la bandera republicana, pero te evadiste iniciando ese viaje sin regreso, quedando tu obra admirable ebanista y carpintero, tus consejos y paciencia ante este casi ácrata irrealizado, y la vida continua como me decía mi Liberto Barreda Trinidad, nonagenario más cuatro hace escasos meses, pero se fue antes, antes que tú, llorándole su marcha inevitable y en silencio, como deseaba. Igual te has encontrado con él por esos recovecos y trincheras, igual le has abrazado, igual y lo celebro.
Me hubiese gustado hacerme una foto contigo entonces y ahora, y con los coleguis este próximo Jueves 14 de Abril, celebrando el 81 aniversario del establecimiento de la II República española, en el portón de la Casa Consistorial bajo la bandera republicana, pero te evadiste iniciando ese viaje sin regreso, quedando tu obra admirable ebanista y carpintero, tus consejos y paciencia ante este casi ácrata irrealizado, y la vida continua como me decía mi Liberto Barreda Trinidad, nonagenario más cuatro hace escasos meses, pero se fue antes, antes que tú, llorándole su marcha inevitable y en silencio, como deseaba. Igual te has encontrado con él por esos recovecos y trincheras, igual le has abrazado, igual y lo celebro.
Y yo no quería hablaros de esto, pero las circunstancias mandan, los
sentimientos y por ello, cumplo, agradecido. Quería y quiero situar el ochenta
y uno aniversario de nuestra República del 31, pues en democracia ¿quién
si se lo cree, teme a hablar de ello y recordarlo?, por mucho nostálgico
agazapado, instalado y mal reciclado que pulule en privilegios y
desmanes. A la derecha anticonstitucional puede que no le agrade, a la Alta
Curia oficialista puede que tampoco y nos deseen” contriciones” y credos a
centenar, pero ¿a los convencidos ?... y es que no nos van a callar, recordando
y situando a esos hombres y mujeres que en ello creyeron y por lo que lucharon.
¿Acaso el golpe fue avalado en las urnas en decisión libre y democrática, ese
poder que emana de él, sustraído y amancillado por la fuerza de las armas y la
opresión?
Y no es cuestión de reabrir las
heridas y no encontrar a los “acunetados”, pero la memoria forma parte
consustancial de este pueblo, para las generaciones presentes y venideras no
caigan en la irracionalidad, el olvido y “el borrón y cuenta nueva” con
tantas sin compensar, por justa dignidad.
No es un artículo sometido a espacio
y tiempo, el lugar para entrar en profundidades, en análisis de pros y contras,
pero por encima de toda controversia y discrepancia, era y fue el gobierno
votado en libertad y conciencia por el pueblo, consiguiéndose entre otras, que
nuestras abuelas, que las mías, la de ojos azules y de nombre Elena, la de
Torrenueva y la Antonia manilveña, siendo analfabetas y madrazas sacrificadas,
pudiesen comenzar a “votar y a decidir” como personas. Ya no se aplicaría
el delito de adulterio solo a la mujer por serlo, auténtica lapidación moral,
por bien llegada supresión. Llegó el divorcio por mutuo acuerdo, se crearon
escuelas nocturnas para trabajadoras, hubo separación de poderes entre la
Iglesia y el Estado, se permitieron las escuelas mixtas, coeducación, se
despenalizó y legalizó el aborto, se abolió la prohibición de la prostitución
reglamentándose, y podría decir tanto y tanto, pero no es cuestión de
convencerse si no lo estás y allá cada cual con sus principios, virtudes y
carencias.
Y es que en este sistema de
libertades de las que nos hemos dotado, uno puede decir a boca ancha, que
nuestra Monarquía sigue indefinida e interesada sin condenar la dictadura que
le proyectó en la democracia que le alimenta y bien por cierto. Es que estas
instituciones del pasado claman al cielo, siendo trasnochadas, en un marco
donde no se nos dio la opción de definirnos, por forzada y convenida concordia
en aquel entonces.
Muchos somos los que seguimos defendiendo y aspirando, a que algún día llegará inevitable y por la vía de la paz y la conciencia, una III República, realzando los valores de esos ilustrados que clamaban “igualdad, libertad y fraternidad”, de aquellos pueblos que protagonizaron sus justas aspiraciones, la res pública, la cosa pública.
Muchos somos los que seguimos defendiendo y aspirando, a que algún día llegará inevitable y por la vía de la paz y la conciencia, una III República, realzando los valores de esos ilustrados que clamaban “igualdad, libertad y fraternidad”, de aquellos pueblos que protagonizaron sus justas aspiraciones, la res pública, la cosa pública.
Y es que no puedo evitar cuando me
acerco al Teatro Cine Perelló, parecerme escuchar sones de Riego y
aplausos al sevillano Diego Martínez Barrio, en la Melilla del 35, que fue
republicana con derechas e izquierdas, con centristas y radicales, ¡que no se
olvide!, por mucho que cueste reconocerlo, siendo injustos y esquivos con la
incuestionable “verdad histórica” y no lo que interesa, manipulando nuestro
sentir y revolucionaria verdad.
Salud y República para los que así
sentimos y queremos, en un marco de tolerancia, y que dure, que siempre esté
presente y la fundamental libertad en
expresar lo que sentimos.
Ha pasado un año desde que escribí
este artículo teniendo para mí todo el empuje, vigor y sentido de entonces,
ahora más pues el panorama recrudece las
condiciones de vida de los más desprotegidos y humildes, vaciando de contenido
social lo que tanto costó, pues sí lo quiere y deciden los postmodernos
sectarios del salvaje neoliberalismo.
La condiciones de defensa de
derechos, la unidad y concienciación ante tanta estrechez han de hacernos alzar
la mirada, orgullosos de nuestro pasado, mirando al futuro, pues no lo podrán
comprar, ideas libres al viento.
!Buen 14 de Abril 2.012!
Pedro Gallardo, Ciudadano
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