UNA CALLE MELILLENSE PARA DON EMILIO JIMÉNEZ GALLEGO

“ Si hay, hubo alguien intercultural como el que más, ese, sin  lugar a dudas, Emilio el Moro ”

Juán José  Bartomeu Montesinos, melillense de pro, nos  lo propone, convencido de que es patrimonio  de esta tierra y de la necesidad de reconocerle, pues todo es poco, su arte y arraigo a lo popular, humilde y cotidiano. Su humor fue cayendo injustamente en un olvidado ostracismo, más delito si cabe en sus allegados, sus paisanos, su gente y pueblo del que se sentía tan orgulloso.

Sabemos del trabajo realizado por nuestro historiador Fernando  Saruel con sus escritos y artículos de hace años (Palabras variadas), del hijo de Angelita Hernández quien lo propuso tiempo ha, de Adelino Marín proponiendo un busto en uno de nuestros parques... a todos ellos, y a muchos anónimos, nuestro agradecimiento y respeto. Ahora se plantea de nuevo, con brío y convencimiento; ahora volvemos a plantearlo y a sumar voces en esta noble causa, ahora toca de nuevo y en ello estamos, convencidos de que Don Emilio lo espera sin prisas en su bien ganada eternidad donde seguirá dando la murga, pero es que nosotros no tenemos ese bien ganado status, pues andamos por un camino de corto recorrido y se nos hace urgente por ilusionante y quejío ciudadano a despertar.

Chilaba, turbante, tarbusch,  babuchas, barba ensalzadas y respetadas con su arte como nadie. Es que Don Emilio era, fue un genio que se calificaba de analfabeto pues” lo era como todo el mundo, pues nos morimos ignorando el 99% de las cosas ”. Es que no ha habido ningún mortal que haya hecho un “ solo de guitarra ” como él, dejando sola en el escenario a la noble amiga guitarra.  Es que no hay narices de hacerle un fandango al cantimpalo, cantar la chistetución, hacerle un romance a la valentía como él,  componer Eurorrisión, su “ Pena y alegría al amor ”, la “ caena de oro ” y miles de composiciones y parodias sin igual.

Se  nos fue relativamente joven este melillense nacido en la carretera del cementerio ,en esa calle de padre Lerchundi. Melilleó España por los cuatro costaos, en compañías, casinos, ciudades, pueblitos de nuestra amplia geografía.  Dejó huella y semilla, marca de la casa y nosotros pensamos merece una nueva oportunidad en la que nuestros munícipes  retomen con sensibilidad lo  que se propone con respeto, convencidos y tozudez de paisanos.

A Juan  Bartomeu, agradecerle su impulso, el embarcarnos de nuevo como en otras en este proyecto ilusionante deseando llegar con muchos más a buen puerto.

 A Vicente Baños Galindo, autor de una biografía genial, humana e inmejorable de su persona, fondo y alma, mi , nuestro reconocimiento y afecto.

A nuestro amigos ciudadanos melillenses , qué decirles, pues que se sumen a la propuesta, que Don Emilio les tiene reservado un gran abrazo  y al igual un nuevo fandangazo de voz marchenera, guitarra a una mano y sonrisa  al cielo desde el que nos ilumina.

“Que esto no es parodia, que se haga realidad”

PEDRO GALLARDO, CIUDADANO