martes, 4 de septiembre de 2012




Bienvenido amigo Ahmed Messaudi, hermano alfarero

“ De la preciosa Beni-Sidal, barro, agua, fuego y sentimientos, que la vida es el arte del encuentro ”

 Hoy Jueves o ayer según lo leas, la Peña Botijera de Melilla  con nuestro Presidente José Marques López  como promotor, celebrará el “ Día del botijo” rindiendo merecido homenaje al ciudadano Ahmed Messaudi, el alfarero de la preciosa Beni-Sidal.

Se van a cumplir cinco meses desde que Pepe, nuestro José conectó con el maestro alfarero, haciéndole innumerables visitas, dando su tiempo y mostrando su interés, como en tantas otras facetas, a lo humilde, a lo cercano, a la tierra y el agua, el fuego y los sentimientos, las formas y la vida. Han sido incontables las veces, las visitas, los encuentros, traspolando a nuestra realidad, despertando la adormecida añoranza por ese objeto del pueblo, mágico, refrescante, el botijo en el presente, su alma y desinteresada función, sus valores de enraizamiento con la tierra y la nube que la encharca, las manos de quien modela y transmite parte de su ser, la paciencia  y lo útil sobre todo, en este mundo de tanta chabacana  posesión.

Lo que parecía lejano gana proximidad y está tomando el protagonismo que se merece. Es una realidad, es  una pequeña conquista que nos hace ser y sentirnos un poquito más grandes en nuestro entorno. Pepe nos ha mostrado y hecho cómplices de una de sus caras del alma, el alma botijera, el contacto con lo  puro y por suerte en este mundo, nada maleado ni dirigido.

Lo que pareció un juego, nuestro Bartomeu de Juan botijeando por la red e investigando de su heráldica y ancestros se encontraron con la sensibilidad y la grandeza humana de este melillense referente y especial, y se produjo el necesario encuentro en este pasado Junio, limando irreales diferencias, conjugándose el armonizar y caminar juntos por estos caminos que hacen parada y cruce en este encuentro que hoy nos toca escribir  y protagonizar

“para la historia de lo social y de lo humilde, en esta Melilla en ferias que aúna y alimenta corazones”.

Y es que nos une entre tanto, concebir un necesario mundo en que queremos la poesía tenga su sentido, un mundo que se sienta orgulloso de permitirla y albergarla en  el que los sentimientos  imperen y se expresen, mostrando nuestra racionalidad y necesidad de los otros. Es que sentimos la urgencia de cantarle a la sencillez, al barro, al agua, al fuego y a los sentimientos. Es que nuestro Pedro Miguel Lamet admirable nos lo recuerda y nos llama a la imagen del alféizar y el botijo en su dulce espera, a ese botijo que contiene la alegría caliente y el frío de dentro desafiando los calores extramuros. Es que la humildad carcelera de su barro y de su agua nos llaman a liberarle a chorro, chorros de libertad y apague de agonía y sed campesina o urbana por nuevo cuño.

Miguel, nuestro gran Miguel Hernández el poeta pastor, compuso un poema en el quería llamarse barro dándole, otorgándole personalidad casi de Don. Neruda de nombre Pablo lo tuvo presente en su insigne obra, loando a la materia primera, a lo acuoso, febril y al alfarero que como padre lo mimaba, porque todo su cuerpo tenía copa o dulzura  destinada a quien así , como él, lo sintiese.

 Yo me despido y espero no haber cansado recordando  a Facundo Cabral, mi añorado  y maestro guía, cuando nos dice que “ nacemos para encontrarnos pues la vida es el arte del encuentro, nos encontramos para confirmar que la humanidad es una sola familia que habita un planeta llamado Tierra; que  somos hijos del amor y que nacemos para la búsqueda de la felicidad pues fuera de ella todo son pretextos”... Nosotros hoy, huimos de los pretextos, queremos rendir homenaje  a un hombre admirable, un hermano. Ahmed Messaudi, por siempre bienvenido

 Marhbabek querido amigo, que la vida te colme de lo mejor, orgullo de tu pueblo.
Cuida, cuidemos el presente porqué en él viviremos al momento el resto de nuestras vidas. Libera, liberemos la ansiedad pues lo que debe ser

será.... y es que esto lo esperábamos y quizás no lo recordábamos. Feliz día

 PD: gracias a Miguel a Pablo, a Pedro Miguel, a Facundo, a mi amigo tolkiano  cómplice de mis travesuras, y sobre todo a todos los amigos del botijo, nuestro protagonista merecido. Gracias a todos los presentes y ausentes que nos entienden.



 Pedro Gallardo, Contrapunto

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