Si tú me dices ven, lo dejo todo... y
le siguió
Los que tenemos cierta edad lo podemos contar. Los que
tenemos cierta edad vemos las cosas con otra
filosofía, lo menos oficialista y de cara a la galería.
Recuerdo aquel campamento en Aguadulce 72, donde me resistía
a cantar el “ Cara al Sol” aunque lo
hiciese y cuando me controlaban por díscolo y rojete, lo tarareaba en silencio
o quejíos guturales de despiste,
resultón, evasivo y hasta molón. Recuerdo esas tardes de grupo, tragando los
últimos coletazos de la FEN ( Formación del
Espíritu y tal y cual del momento, largo, excesivamente largo),
recuerdos, recuerdos superados.
Son de momento 37 cursos escolares en los que uno, al margen
de programaciones, objetivos, curriculums, ha intentado, intenta ser uno mismo, no desprenderse ni tamizar
nada de lo que me pertenece y me proyecta en este ancho y estrecho mundo a la
vez, según quien lo mire, juzgue o intente dirigir. Claro que los que tenemos
el privilegio vocacional de ser
docentes, transmitimos y expresamos valores, valores universales. Claro que
aceptamos sugerencias, pautas, pero... al final somos nosotros los que
incidimos muchas horas, una parte sustancial de la vida de un escolar con
nuestro “sello”, y eso no lo va a
impedir nada ni nadie, por muchos cambios de rumbo que los ministrables y
Ministerios acuerden implantar, con esos aires de bonanza o destemplanza. Es
nuestro pequeño o gran poder, no sometido
a controles ni a estadísticas, es nuestra semilla que no es poco.
Y tengo que recordar a Machado, a Don Antonio en su Juan de Mairena que me marca, cuando nos habla de donde acaba o empieza la verdad
del hombre, teniendo por límites sus propias tonterías, tantas que nos son
inagotables. No me extraña pues nuestro Ministro Ignacio Wert la haya expresado
recientemente, no dándoles este que os hace leer, rango de tonterías, pues
nacen de su convicción ultraconservadora, queriendo y no lo dice por cobardía o falso pudor, que le siguiéramos.
Pero una cosa es querer y otra poder, dilema, solución o problema, según para
quien.
Me ha provocado estupor, rabia, escuchar tanta irreflexión, ignorancia y manipulación.
Ha seguido expresando y exprimiendo los pensamientos de la “Caverna” que le cautivaba y desde la
que se elevó a la llamada rajoidiana del “ si
tú me dices ven ,lo dejo todo ”. Sigue de esta manera con su “oficio de vivir”, queriendo seguir
dando pasos hacia el conocimiento que desconozco por mal conocido. Ha firmado
el réquiem de “ Educación para la
Ciudadanía ”, para que no sigamos adoctrinando los progresistas y de
izquierda, confundiendo por estrategia churras con merinas, denostando lo que
no lo ha sido, aunque en Valencia se explicase por tiempo en inglés, burda
gilipollez, de esperpento e idiotez. Ha
querido confundir un manual de Akal con un libro de texto que no es, sacando de
contexto, manipulando, sacando las cartas de un ideario que huele a naftalina y
que quiere democratizar, llenándosele la
boca de Constitución y valores. Recortes a la Pública, calidad al furgón de
cola, y en contraste la privada potentona y los privilegios de la Curia, bien
aderezados, pues hay que seguir cultivando en sus “valores”, a quienes les
aseguren estatus, conciencia y patrones de juego sumisos con ese innoble
proceder.
Vamos a seguir educando a nuestros niños para que no los
tengamos que castigar de hombres, aunque algunos se merecerían algún que otro
tirón de orejas, y contradigo a mi erudito de Samos. Vamos a seguir actuando
con nuestros alumnos en su presente, para que gocen de él, para que a través de
la formación se sientan útiles y alcancen la felicidad, que no es poco. Vamos
en nuestra Melilla a seguir combatiendo el fracaso y el abandono, en
condiciones difíciles ante tanta exclusión y penuria vivida. Y no me venga
Ministro con la cantinela de que la
inmigración marroquí es la culpable de nuestra realidad educativa “ singular ”, pues mis, nuestros
bereberes de origen tienen los mismos derechos y deberes que sus “ Wert y
consanguíneos ”.
Mida sus palabras y no se violente cuando le califiquen de
islamófobo, racista o antibereber,
pues fue educado para razonar, para
razonar y pensar, no habiéndolo ejercido, o me temo, convencido de
planteamientos que no son a imponer, pues todavía somos muchos los que “ funcionamos en libertad y con conciencia y
no al dictado “. Sienta y hágase responsable de su problemática y no mire hacia atrás
buscando culpables, pues son resultados también los asumo como propios, en este
reto colectivo que nos ha de seguir
ilusionando: “ Educar para vivir, educar
para realizar y aproximar nuestros anhelos y sueños ”.
La mentira nunca ha de
ser un recurso fácil, ni en Política. Y si admiro a Cesare Pavese, ¿ estaré
marcado en esta pluralidad y riqueza de gentes?... a seguir caminando y como no,
mi salud para todos, incluido mi Ministro, a pesar de mis diferencias que no
sumisión o pleitesía, como otros, como tantos.
Pedro Gallardo, Ciudadano
No hay comentarios:
Publicar un comentario