domingo, 18 de agosto de 2013






SOLIDARIDAD PARA CON HASSAN AMAR

Regresado a la tierra, acabado el periplo peninsular, en fase de adaptación y búsqueda de nuevas razones de las que versar, buscando la chispa encogida y la creatividad no docilizada, aquí me encuentro.

Y es que lo que voy leyendo no me motiva, no me subleva ni rebela, no me llena como para hacerle contrapuntos, Es que este agosto es monótono, rutinario, pesado, asfixiante, salvándose de la quema de San Lorenzo más que poco que no es nada.

He de reconocer dudé hacer la entrada sobre si todo tiene arreglo, pues Perich me incitaba a ello, llegando a la duda del  intento por lo menos. Es que las sombras contrastan con la brillantor que no elefantosaica ( gracias a mi editor por asimilar este vocablo desconocido ).

Sigo en esta llegada ajustando reglas, adaptando sin camaleonar ni mimetizar clips de hechos pasados; controlando la jugada, situando, andando y pidiendo excusas quizás valdías por esta acumulación no programada de gerundios en alza y sin prima ni riesgo.  Sigo consciente de lo largo y esquivo del camino no por ello inaccesible y alcanzable, y ello con complementos de sonrisas añadidas de cosecha propias, nada exportadas ni forzadas ni sentidas.

Me he dejado en la espera sin puerta a abrir, temas que me conmocionan, no menores a situar. La patronal proponiendo  la desaparición de las pensiones de viudedad y su paso a contributivas; el descarado incremento de actos fascitoides públicos; las nuevas generaciones peperiles ensañándose con yayos de las preferentes y altos cargos de los gavioteros juveniles demostrando sin pudor y con desvergüenza sus añoranzas por el pasado del dictador y sus atroces tropelías.  Y hay más pero prefiero dejarlo en un sin lugar plano pues no merecen mi tiempo ,no se de oro o arena pero libre, mal que a tanto afincado en su desconocimiento de la duda y de la pena.

 Vuelvo al titular de marras y me declaro convencido en lo concreto y próximo en lo local. Solidario  con Hassan Amar y tantos como él, contrario a los derribos que extirpan raíces amparados en lo  legal y justiciero, cuando en casi una veintena de años no han sabido encontrar el encuentro, descamisados, asentimentales, presuntamente especuladores de lo que no sabemos. Y es que el más listo que tienen amarinado cada vez tiene menos puntos que sumar cuando se apunta a lo distante y seco, al escrito argumentando intereses que babosean frialdad y nada etéreos humos asfixiantes de chimenea, currículum y pasado, méritos para descabalgar a quien confía y se le acaba la osadía encerrado en laberinto de dioses sin valía ni porfía.

Este lunes, mañana si se me publica, acudiré bien temprano al te solidario en Villa Hermosa. Mi agradecimiento y aplauso a todos mis hermanos que han estado y están en la movida, Yo no me apunto a destiempo , es el tiempo desajustado el que me lleva a declararme en contrapunto y ejercicio de los derechos de ciudadanía con los que firmo, mi apoyo incondicional a esta causa Quizás la sentencia, la Justicia tengan más propias razones no las formas  y sobre todo, acabo esperanzado en que sea real, tangible una respuesta, pues todo no está encadenado y los aires de justicia y libertad siguen y seguirán conciencias a despertar y poner en la escena.

No quisiere obviar en mi guión con dosis de arrebato, figura la mención a mi  admirado Jangjit Singh, mi rey del Ghazal indostaní y sus  sentimientos musicados del momento, ni mi felicitación a mis paisanos que han disfrutado de las luces del Diwali. Tampoco  renunciar a versar del panorama de pobreza infantil galopante que nos asola, pero claro esto lo será en otros por llegar. De momento y cerrando, una llamada si se tiene la ocasión de padecerme, a estar en Vista Hermosa número 12, apoyando a Hassan y familia y que sepan que otros están más solos que ellos, que llegarán otros tiempos, que pagarán por sus intereses y oscuridades, lamentando no reclamar misericordia, Justicia, justicia terrenal sin demérito del camino de la fe, palabra  y contrapunto de un ser, libre, un hombre, uno de tantos.







PEDRO GALLARDO, CIUDADANO

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