MENÚ MENTAL, QUIEN NO COME ¿ NO SE INDIGESTA ?

 Con fondo de Poveda, Duquende y Chicuelo en le Sud  de Arles, con ese arte, contemplando una estrella.

Hoy escribo para mí y mis circunstancias. Hoy elaboro el menú de ilusión perdida e hipocresía, de desazón y perrerías.

Con influencia de mi clase de viernes, especialmente medio ambientalista ,un lamento a que este planeta antes azul, ha perdido en una docena de años el equivalente a treinta Hispanias de zona verde, boscosa, pulmón de ricos y pobres, biodiversidad, Naturaleza diezmada y  asesinada con conciencia. El ser humano superior  que diferencia el bien de las maldades, el ser que busca su progreso a costa del decrépito de quienes no exigen nada, bueno sí ,su equilibrio y libertad.

Un iceberg de 700 km2 a la deriva en el Atlántico sur, rutas de navegación amenazadas, Pine Island se deshiela sin quererlo y un ejército blanco le sigue en parada temporal. Claro es, esto no es de impacto o se tapa por mor de otros decires e interesados no silencios.

 Sensibilidad por una economía al servicio del pudiente y saneado. La Gran banca, ¿ me lo creo ?, sin ser Tomás, incrédulo , reacio, irascible ante rescates a costa del hoy hambriento.

Nuestro sector cada vez menos público, recortado , machacado...padeciendo la destrucción de más de 390.000 empleos en dos años y meses. Y me subleva la cantinela de falsetes que postulan la prioridad inmediata en la generación de empleo”. Hay quien no trabajará, nunca habiéndolo tenido. Hay quien no lo tendrá nunca, queriéndolo. Es el precio, el cruel destino de proyectos sin dignidad, de vidas anuladas, coartadas, marcadas, desechadas.

Rouco y Gallardón lamentan se les haya ido al traste su proyecto especulativo  del minivaticano madrileño.  Esos casi 25.000 metros cuadrados previstos para sustanciales plusvalías, al garete por decisión del Tribunal Supremo, al que le llamo y califico de superior por decisión, con compañía de mi ¡ ole y ole !. Y permítanme la licencia pues Poveda me levanta del asiento, me traslada en el tiempo en encuentros de reciente disfrute y excelencias.

Al caer está el anteproyecto de Fernández Díaz, la ley de Seguridad Ciudadana que legitime la mordaza a quienes protestamos, rompiendo silencios y docilidades, diciendo nones. Cada vez menos democracia, más constreñida y adulterada, más dictadura de apellido liberal con obstáculos a libertades y derechos fundamentales. Vestimos a la mona para que sea mona, siendo... eso, mona. Desincentivar la protesta, multar a destajo, a mansalva, inflando el presupuesto para contener a la masa que  les toca el establisment y sus pelotas, pelotas por respuesta, crueles pelotas, eso sí, solo de goma y que rebotan.

España gasta ,invierte cada vez menos en investigación. Luego habrá que comprarla y parte de ella  generada por nuestros forzados exilados. Paradoja, ida y vuelta, retorno sin entorno, estúpida concepción y plantea

miento, cortedad, faltas de miras y situarse en el medio  plazo y cercano futuro.

De Guindos, Montogó, esos loables economistas hacendosos, esos brodhers de Lehman y mil más del gremio, seguro que con su séquito  y pléyade de afines regordotes con “ almas afligidas”, preparan la buena cesta de Nadal, esos turrones tan duros y lejanos para tantos míseros compatriotas en obligada condición. Porca miseria la de los jerifaltes, la de los que optaron por la sumisión y culto al neoliberal pensamiento que teme a los valores y a la unidad, al cambio social que emancipe y dignifique en libertad y sin consignas.

Y al cuadro del genial Wharol, al “ Silver ”, la minucia de 54   millones de euros del mayor postor. Infanta y medio palacete, rumorología y justa Justicia en semieterna conclusión, claros oscuros, unos tanto, otros tanto menos, igualdad jubilosa, Olimpo en excedencia. Menudo postre de final, eso sí ,el cafelito me lo pago yo que no le temo al insomnio, que en madrugada de sábado, la creatividad me llama  a complicidad en complacencia, instantes, el curso de la vida

.

 Gracias, agradecimiento a mis genios del flamenco y mi vida a las madres que os bien parieron y a los padres que , algo pusieron, sin quererlo discutir, pero menos. Así lo siento.

PEDRO GALLARDO,, CIUDADANO