ÚLTIMO DEL AÑO, SÍ DEL AÑO ( II )
“ Claro es, he dejado a
Baco aparcado y en encuentro de nocturnidad...
¡brindaremos! ”
Habiéndose recuperado el poder de la “Ñ”,
procedo a esta segunda parte como prometí ayer, pasado ya. Los finales de los
ochenta en Gramanetum son de vinculación cien por mil al movimiento vecinal
local colomense y desvinculación orgánica de ICV, mis siempre compañeros. No fue fácil pero había que optar y me
llenaba la conciencia ganada en este frente de siempre ansiada y a controlar
libertad. El barrio de Can Franquesa, humilde, trabajador, fue y significó años
de trabajo y encuentro con gente maravillosa, sencilla, reclamándole a los
poderes de turno lo esencial , dignidad, un urbanismo y unos servicios acordes
con nuestra altura geográfica y de miras.
Me vinculé a mi barrio
a nivel asociativo, a mi Singuerlín, a la Coordinadora vecinal local dando el
paso jurídico al de Federación aunque he de reconocer no veía las condiciones
para ello. Escudero fiel de mi Andrés
Bote primer Presidente de nuestra FAVGRAM,
una lucha ejemplar en contra de los abusos abusivos reitero en el recibo del
agua, una campaña por más de una década que quieran o no los oficialistas forma
parte de la historia social por mucho
que no fuimos capaces de aguantar el paso irremisible del tiempo, pesado en
nuestras espaldas y que no les afectaba a ellos, políticos y técnicos sumisos,
regenerándose y nosotros hastiados por el engaño del pacto y la promesa mentirosa.
Llegó el momento de asumir la Presidencia de la Federación y
así hice, cargado de ilusiones, de nuevos métodos y demandas en una nueva
realidad que imponía situarnos en otras dimensiones, Todo ello compatible con
una dedicación a lo mío, a enseñar y compartir y vinculándome a EUiA hermanados con IU
nacional, viviendo los reveses de esta vida cuando un ser querido, una madre se
te evade y te fortalece y hace dar cuenta de que somos caducos,
circunstanciales.
Pero todo llega y llegó
tras tres años inolvidables la
despedida voluntaria de la Federación vecinal. La insumisión a políticas de
siglas y el recelo de adictos y sumisos al Régimen me hicieron abrir puertas,
puertas de libertad y canto a mi coherencia, deseándoles eso sí, toda clase de
parabienes y superándose rencores momentáneos de rebeldía e incomprensión,
fruto de mi individualismo al servicio de la colectividad sin renunciara un
ápice de mi cosecha vital, a mi mismo.
Tras las frustraciones
uno se refugia si cabe con más ímpetu en
lo que te llena, tu profesión, mi nuevo colegio Primavera cerrado mi Can Zam
tras veinte años. He de reconocer el cierre del colegio de llegada, me supuso
un trauma grande, no aceptando la gente
teóricamente progresista, vaciase el centro educativo al convertirnos en “ concentración
de gitanitos ”, optando ellos en dejarnos en minoría
insostenible y alimentar la privada y concertada. Ello me marcó, enquistándose
el daño y costándome el superarlo.
Hasta hora solo he
sacado a relucir un primer nombre
propio, pero es el momento del segundo y del que me siento orgulloso y de por vida.
Mi José Cámara de la Hoz, Presidente de la Coordinadora de mayores, con el
que pactamos la creación y el impulso de la Plataforma
intergeneracional cívico social colomense,
marco de encuentro y de complicidad capaz de superar edades y unir intereses.
No pudimos, el tempo de lo llevó pero nunca su recuerdo y ejemplo coincidiendo
esto con mi dimisión de la Presidencia
federativa y cayendo en coetaneidad la propia Alcaldesa de la CIudad, tercer nombre propio, Doña Manuela de Madre i Ortega, tras los efectos de la
lucha en contra de las expropiaciones del barrio de Santa Rosa y sus primeras e
injustas pretensiones con mis vecinos. Claro es, luego las condiciones
cambiaron lo que demuestra que la presión popular es un arma legítima,
necesaria ante poderes que actúan en sus laboratorios distantes, ganando la
calle y consiguiéndose lo que era de derecho. Esto me enorgullece, no olvidando
la misiva de un vecino anónimo, que me llamó al dimitir, ¡ hasta siempre
Presidente ! volviendo y lo reconozco cuando lo recuerdo como ahora, a darle
libertad a alguna que otra lagrimilla.
Voy acabando esta
segunda parte, que esto se hace pesado, denso, incomprensible para quien no fue
actor y protagonista de mis devaneos y conquistas logradas o aparcadas....
mañana ya primer día del nuevo año, espero más... la espera a llegar.
Pedro Gallardo, Ciudadano