Dando rienda, contagiando ilusiones
“ Difícil,
difícil pero necesario...”
Este inicio de curso respira a tristeza, apatía, desilusión,
inconformismo, afrontándolo con dudas y sombras que afectan nuestra entrega,
por mucho que la vocación, espíritu de servicio y profesionalidad nos llamen
a seguir contracorriente, formando
mentes, ciudadanos que no pueden abstraerse
de una realidad que contagia y desactiva al más sembrao.
Los recortes en educación están provocando una situación difícil de sostener, sintiéndonos
ninguneados, encorsetados en números y con la hipocresía de querer
resultados con menos, cargando en exceso
sobre nuestras espaldas, como si la realidad social, la crisis, los valores
tocados, no tuviesen que ver en el complejo tema.
No ya a nivel escolar, nonos quedemos en ello, están
provocando el fracaso de nuestra sociedad, acentuando las diferencias, las
oportunidades, los sueños e ilusiones y es imperdonable lo que daña a nuestros
niños y jóvenes, preguntándote y
cuestionándote necesarias respuestas para ello, no reflejadas en los libros ni
en currículum de despachos, pues las imágenes, los medios, las vivencias
mandan, las carencias y pérdida de un
norte, el túnel excesivamente largo y estrecho, un futuro temeroso, incierto y
preocupante.
Claro que si con peros Don Gabriel, mi querido García
Márquez; claro que nuestros corazones hablan con exaltación y sentimientos.
Claro que escribiría mi odio sobre el hielo, pero es tanta la energía contenida
de insatisfacción y rebeldía ante tanta injusticia, que prefiero dejarme llevar
por mis tiempos y forzados controles, falsear mi estado ,mi imagen y discurso
para no hacer más daño, para en este teatro del Mundo interpretar al
ilusionador y encantador que amansa fierecillas y calma tempestades, pues ellos
se merecen mucho más y son otros los que mueven los hilos, habiendo optado por
su modelo, por mantener los privilegios de los pudientes y estrechar y cercenar
a los que hacen crecer o crecen en este embarrado y nebuloso panorama.
Ellos tienen sueños y
no podemos permitir que permanezcan adormecidos. Tienen derecho a viajar, a
tener esperanza, a aprender del error y buscar la felicidad , sin ver su
dignidad ninguneada por decisiones que mantienen un sistema basado en lo
material, la especulación amoral y la
explotación y cargas sobre el débil, capital de tropelías y deshumanización.
En fin, que hay que seguir levantando y realizando sueños,
dándole a lo cotidiano el valor de querer que sea catalogado como vida, no
renunciando desde mi persona al derribo de tanto fatuo mortal olvidadizo, de
tanto vividor y aprovechado de nuestra involuntaria capacidad de resistir,
indignado y vigilante pues llegarán
tiempos mejores
El reto es superarlo...
difícil, difícil, necesario, no
imposible, dando rienda a estas palabras a las que necesito darles libertad y
amplios vuelos ,y porqué no
encontrar personas que las compartan y
al menos les recuerden a otros, que existen los espejos, que dicen que no
engañan.
Pedro Gallardo,
Ciudadano
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