“ Solo cuando las personas que se precien de serlo, nos miramos directamente a los ojos, establecemos una base real de comunicación ”
Es una realidad, una triste realidad que se repite año a año. La celebración del Día internacional contra la violencia a las mujeres en nuestra ciudad y a la que me circunscribo, protagoniza institucionalmente la lectura del manifiesto y la presencia de una representación de autoridades de rigor. Pocas, pocas personas en el acto para lo que significa este recordatorio que ha de estar presente cada día, a cada momento en nuestras mentes.
Como consciente y observador, me llama la atención el lenguaje de los gestos que dicen más que las palabras, el marcaje, la mirada de frente y la huidiza, la prepotente y la sumisa, el peloteo y toque apalmado y para ello espera, los grupitos , el saludo de rigor o forzado, el convencido y efusivo, sentido y honesto, pues hay de todo en este patio extramuros palaciego.
La hora de mediodía en Viernes, reconozcamos no es la más adecuada para que asista la población. Igual no se concibe o se desea facilitarlo, pero yo si que he echado de menos a más plebeyos donde reflejarme. Un acto frío, un acto al fin y al cabo donde cabía el testimonio de lo sufrido, de personas que lo vivencian y padecen de cerca o de quienes directamente están por atajarlo desde su entrega profesional cercana y cotidiana.
Hay quienes no saben trascender y actuar fuera de sus personalismos, hay quienes disfrutan con su pose y altaneros, hay quienes se dejan la sencillez por no portarla y no se dan cuenta o se muestran inconscientes del valor de que en el otro, estás representado tú, sus grandezas y miserias. Al fin y al cabo no somos tan diferentes como para querer acrecentarlas...
¿ Y nuestros jóvenes al respecto? ¿ y nuestros mayores? Al igual ha de irse a hacer pedagogía en combatir esa lacra, bajando a pie de suelo, visitando entidades, despertando conciencias dormidas, complementar el chic.
¿ Acaso la crisis socioeconómica y sus estrecheces para la mayoría desfavorecida han de suponer una relajación en los valores y sentimientos para quienes lo necesitan?
Sin ninguna duda las instituciones por encima de colores y legitimidades han de estar presentes, pero por favor , ¡ rompamos con los acomodamientos y seamos ambiciosos, exijámosnos más, menos conformistas y mediocres!
Sin acritud, mi salud y despedida. No seamos cómplices y practiquemos el sano gestual de mirarnos de frente, igual nos reconocemos y dejamos de ser tan violentamente cortos, de espíritu para quienes así lo concibieren.
Y es que hay personas a las que les gustan tanto los sabios consejos que cuando les llega el mensaje, los enmarcan en la pared en vez de aplicárselos, mostrándose equivocadamente superiores ellos. ¡ Pobres criaturas desnaturalizadas, esclavos de la falsedad !
Pedro Gallardo, Ciudadano